20 de febrero de 2011

Cosas pendientes: el Muro de Berlín y el brazo que se sale de su sitio.

Debería haber escrito esta entrada hace un mes y medio, con todo el subidón de la vuelta de Alemania, el frío, la nochevieja y demás, pero por problemas tan graves como la perrería, el cansancio o similares, no la había escrito: es la historia por la que seguro jamás volveré a pensar en el muro de Berlín sin pensar en ella, Jesús se sacó el hombro.

Todo empezó una típica y fría noche invernal alemana, un grupo de turistas disfrutaba de la East Gallery (el muro pintao, vamos, igual que en Elche con la rambla) antes de cenar, nos divertíamos, hacíamos fotos, saltábamos, y nos olvidábamos de que durante unos años aquello fue un lugar de terror. Estábamos tan "enjugascaos" (es decir, pasando un buen rato a lo nuestro y con la tontería de no parar de hacer tonterías), que a Jesús (novio de Laura, amiga de María y mía) se le ocurrió lanzar una bola de nieve a Agustín (novio de Mariasun, amiga de María y mía) en venganza de las bolas que durante el viaje se había dedicado a lanzarnos. Agustín, entrenado, la esquivó perfectamente y cuando acometió el contraataque, Jesús hizo un movimiento de huida hacia el lateral, en el cual falló la adherencia de sus botas y en el que gracias a lo que descubrió Newton acabó de bruces en el suelo.

Se levantó como si nada, simplemente dijo un "joer, pues me duele" que se fue transformando en un "pues creo que me he hecho daño" a un "pa'mí que me he sacado el hombro", "vamos a buscar algún médico que empieza a doler como un condenao!!" y que acabó en un "por favor Aarón dile al médico que me de más morfina!!!!"

Entre unos comentarios y otros, fue pasando lo siguiente:
  • "joer, pues me duele": nadie le hacía caso.
  • "pues creo que me he hecho daño": seguíamos sin hacerle caso, en este momento llegábamos a la popular pintura de "El beso", de las más famosas, si no la que más, del muro de Berlín.
  • "pa'mí que me he sacado el hombro": nada, ni caso. Justo en este momento le estaba haciendo fotos al beso y pidiéndole a Agustín que nos hiciera una foto a María y a mí.
  • "vamos a buscar algún médico que empieza a doler como un condenao!!": aquí ya estaba buscando ayuda en un pabellón de hockey hielo que había al cruzar la calle; Agustín, María y yo estábamos con la foto.
  • "por favor Aarón dile al médico que me de más morfina!!!!": en la ambulancia camino del hospital, conmigo como traductor (menos mal que estos alemanes hablan todos inglés).

En el hospital se portaron fenomenalmente, le hicieron radiografías antes, después, lo durmieron (lo que le hizo tener el ciego de su vida y un despertar de la anestesia del que todavía nos reímos), y le pusieron el cabestrillo del que no pudo librarse en todo el viaje... 

En fin, que el cachondeo no para desde entonces (y lo que le queda) y han quedado dos cosas muy claras:

1. Los de secano deberíamos tener prohibido jugar con bolas de nieve, por muy acolchados que vayamos (llevaba puesto encima medio armario).
2. La sanidad alemana es de confianza, no fallan en el tratamiento, ni en pasarte la factura, por muy lejos que te vayas, te llegará a tu casa.

Y por si quedan dudas, justo en este momento es cuando Jesús cruzaba la calle en busca desesperada de ayuda:

Sí, somos María y yo y parecemos dos albóndigas!!!! Es lo que tiene no estar acostumbrado al frío...

1 comentario:

  1. Pues si que estabais afelpaditos!!!!
    jejeje
    Pobre Jesus....¡menudo campeón!
    Eso duele que te mueres...no se como aguanto tanto....
    un besote coleguita

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