Decidimos pasarnos "a ver si había algo", pero cuando llegamos aquello estaba desierto, no había nada, solo un matrimonio al fondo de la iglesia, hablando con uno de los curas. Decidimos entonces que ya que estábamos allí, ¿por qué no echar alguna foto?
La iglesia es muy bonita, hay que admitirlo, tiene un rosetón precioso que no hace falta saber de arte para admirarlo, y cuando me disponía a hacerle una foto, se nos acercó una mujer de unos 60 años, muy "arreglá", y nos preguntó:
-¿Disculpad, sois periodistas?
-No, somos psicólogos! (respuesta real).
-Encantada, yo soy la mujer del Cónsul.
-.......................... ("joder la mujer del Cónsul !!!!!!Calma, calma!!!!). Ejem... encantados.
Y así estuvimos conversando un rato, nos dijo donde vivían (junto a Central Park, mal barrio...), nos animó a que si necesitábamos algo nos pasáramos por su casa (sería gracioso pasarnos a ver, en plan "¿te bajas al parque?""no, que tengo que merendar !!"). También nos presentó a su marido, el Cónsul, un tal Villalonga, ex-conseller de educación desde hace 10 años, no muy bien considerado como político según tengo entendido, pero ahí estaba, de Cónsul.
A los 15 minutos llegó Camps (el de los trajes), e hicieron una misa hermanando San Vicent Ferrer de Valencia con la de NYC, y ahí estábamos los dos, sentados 3 o 4 filas detrás de los peces gordos, preguntándonos como en vez de estar comprando para pasar la semana habíamos terminado en una misa con el Cónsul, el "president de la Comunitat Valenciana" y demás acompañantes... bueno, acompañantes o como se les quiera llamar.
Acabó la misa y teníamos varias opciones: pedirle a la cara Microsoft en la provincia, hacernos una foto sin más, irnos a casa... Así que decidimos irnos a casa, ya que al día siguiente algunos trabajábamos.
Hay que añadir, que Camps no habla inglés, llevaba traductor. Vaya viajecico le pagamos al colega con la excusa de Microsoft....
ResponderEliminarA él, a sus acompañantes, y a las mujeres de sus acompañantes...
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